Diversos estudios dan cuenta de que la salud se compone en un 30% de actividad física y en un 70% de alimentación. Así, las creencias en años recientes han cambiado: mientras que mantener un estilo de vida saludable solía significar pasar horas y horas en el gimnasio, la tendencia ahora es potencializar el tiempo que se invierte haciendo ejercicio a través del consumo de alimentos que aporten vitaminas y en general doten de energía al organismo, entre otros beneficios. Para ello, es indispensable entender también las grasas y su papel, con el fin de tener una rutina favorable.
Por su gran valor energético y nutricional, las grasas son alimentos esenciales tanto para atletas como para aficionados del deporte. A continuación, se presentan tres sencillas recomendaciones al momento de consumirlas que permitirán alcanzar los mejores resultados.

"Las grasas aportan entre un 30% y 50% de energía a tu cuerpo, logrando así una mayor concentración de nutrientes destinada a tu rutina de ejercicio"
Para garantizar que tu rutina de ejercicio sea satisfactoria debes consumir una porción adecuada de grasas que proporcionen los ácidos grasos y las vitaminas solubles suficientes.
¿Qué grasas debo consumir y cuáles son sus beneficios?

Grasas Insaturadas
- Aceite de oliva
- Aceite de aguacate
- Frutos secos
Beneficios:
Contribuyen a regular el sistema cardiovascular, el cual realiza un gran esfuerzo al hacer cualquier actividad física.

Ácidos grasos de cadena media
- Aceite de coco
- Aceite de palmiste
Beneficios:
Estos aceites son una fuente de energía rápida, ya que activan el metabolismo y aumentan la resistencia muscular del tren superior del cuerpo.

Omega-3 y vitaminas
- Vitaminas liposolubles como la E y A
- Alimentos ricos en Omegas -3 Semillas de chia, lino, nueces.
- Aceites de prensados en frío
Beneficios:
Ayudan a regular los niveles de inflamación, recargan de energía y aumentan la elasticidad del cuerpo.

¡Dato Importante! Los antioxidantes presentes en los aceites prensados en frío extra vírgenes pueden generar beneficio antiinflamatorio.
¿Cómo se deben consumir las grasas en mis rutinas de ejercicio?
Una buena nutrición es la clave a la hora de fortalecer tu desempeño al momento de realizar alguna actividad física. Así es mantener una buena rutina de ejercicios junto a una dieta balanceada es la mejor combinación para llevar estilo de vida adecuado.
Es por esto que llevar una dieta balanceada con proteínas, grasas y vegetales antes de hacer ejercicio ayuda a mejorar tu rendimiento recargándote de energía para llevar a cabo toda tu rutina.
No alimentarse de forma adecuada antes de hacer cualquier actividad física te hace más propenso al cansancio extremo y a desempeñarte de manera insuficiente durante los deportes al no recibir suficientes fuentes de energía, proteínas y líquidos.
¡Entiende el funcionamiento de las grasas durante el ejercicio!

1. Células musculares, ellas contienen reservas de energía de grasas.

2. Triglicérido Intramuscular

3. Estas son fuente principal de energía de larga duración.

4. Esta energía de larga duración es la que utilizas al momento de exigir tu cuerpo a una al momento de entrenarse en deportes de resistencia como ciclismo, maratones y ultra maratones.

¡Debes tener en cuenta! En las tres horas antes del entrenamiento, se recomienda consumir alimentos que ayuden a mantener la energía, aumentar el rendimiento, la hidratación, la preservación del músculo y el aumento de la recuperación.
¿Qué tipos de alimentos debes consumir?
Todos los alimentos que consumes deben en ser en la cantidad adecuada, no se trata de sobrecargar el cuerpo sino de cargarlo de energía. Qué y cuándo comes antes del ejercicio puede marcar una gran diferencia en tu rendimiento y en tu recuperación. Consume porciones adecuadas de alimentos que contengan:

Ácidos grasos monoinsaturados
Aceite de aguacate, aceite de oliva

Ácidos grasos poliinsaturados
Aceite de linaza, nueces, aceite de pescado

Ácidos grasos de cadena media
Mantequilla, aceite de coco, aceite de palmiste

Antioxidantes
Huevo, semillas de chía

Vitaminas liposolubles
A, D, E y K